viernes, 11 de noviembre de 2011

La vida que no pudo ser

Después de una suculenta comida rodeado de buenos amigos, regreso a mi casa con la sensación de bienestar que te queda. Tengo un buen coche, tengo una bonita casa, tengo a mis amigos, a mi familia, y a mi "princesa". En un semáforo, esta quieto y con síntomas de frío, un hombre de color intentado vender algún ejemplar de la farola pasando desapercibido para la mayoría de los conductores. Esta indiferencia me duele.  Me duele el alma pensar que esta noche no tendrá un sitio donde dormir, una cena caliente, un servicio donde hacer sus necesidades como todo hijo de vecino. Por un momento, me quiero poner en su lugar...

Y en un  momento de reflexión y de profunda admiración por ver como afrontan la vida, me doy cuenta que soy muy afortunado. Mis padres se han matado a trabajar por sacar adelante a mis 4 hermanos y a mi. Eran otros tiempos y otras las necesidades, pero si había algo en la casa, era para nosotros. Jamás salimos de vacaciones todos juntos, pero no importaba. Nunca nos falto un regalo para reyes ni para nuestro cumpleaños. Estudiamos. Mi hermano y yo hicimos la mili y no nos faltó nunca dinero el año que estuvimos fuera.  En definitiva, no viviamos en una casa grande y no teníamos lujos, pero nunca nos faltó de nada.  Por un momento, me quiero poner en su lugar...

Me pregunto, ¿tendrá familia? ¿hijos? ¿padres? ¿amigos?. La desidia y desesperación humana, hace que por necesidad tengan que salir de sus países dejando atrás a sus seres más queridos, viajar (normalmente) en condiciones infrahumanas, y una vez en España, la desesperación de no ser el país soñado, no encontrar las expectativas para salir adelante, un trabajo digno, un salario para poder subsistir, y se ven abocados a la mendicidad, a vender periódicos, a guardar sitios para que aparquen los coches a cambio de propinas, a ponerse en las puertas de establecimientos para intentar dar pena ..  Sigo pensando que somos muy afortunados, y por un momento, me vuelvo a poner en su lugar...

A pesar de que les ayudo con dinero, comprándoles comida, se que lo que estoy haciendo es alargar su agonía, su desesperación. Su gratitud y su sonrisa, su "gracias jefe, muchas gracias"  hacen que me sienta mucho peor, porque sé que sus pensamientos estarán en alcanzar la vida que nosotros por suerte divina, por que nos ha tocado vivir en un país situado en Europa, o por que Dios miró a otro lado y les tocó a otros... No se por qué, no encuentro más explicaciones que les tocó vivir en países donde se matan entre ellos, sus políticos son los más corruptos del mundo, donde las mujeres son meros objetos sexuales, donde....  Donde el hombre civilizado mira hacia otro lado.  Y me pregunto ¿que puedo hacer más?. ¿Que podemos hacer más por esta gente?.

El momento de ponerme en su lugar, se rompe cuando tengo que seguir conduciendo para llegar a mi casa, donde me espera mi mujer, donde me daré una ducha con agua caliente, me cambiaré de ropa, me tomaré una copa de vino esperando a que unos amigos vengan a cenar. Ahora es cuando comprendo que nuestras ayudas son insuficientes, y mis actos de generosidad, no deja de ser actos de limpieza de mi conciencia.

4 comentarios:

  1. Querido amigo,

    Te felicito!! Divinas palabras, divinas reflexiones... Y que por un momento pensé que podrían ser mías!! Pues siento exactente los mismo ante la gente necesitada. Siempre me pongo en su lugar ( al menos lo intento... ) y si, jamás será ni parecido. Pero te digo una cosa, ojalá tengamos en el mundo mucha gente como tú.

    Nuevamente de felicito. Y considerame tu fiel seguidora en este Blog.

    Algún día, cuando retome el mío ( hace un año que lo aparque...) Te invitare ^_^

    Besines

    ResponderEliminar
  2. Post como este son los que me hacen alegrarme de conocerte.
    Gracias.

    ResponderEliminar
  3. Comparto contigo Juan, la sensación de injusticia y rabia que me producen todos esos dramas humanos. Es inexplicable que ya entrados en el siglo XXI el ser humano no haya querido encontrar las claves para un bienestar global de toda su población...y te copio casi textualmente un parrafo de LA NATURALEZA HUMANA, buen libro de Jesus Mosterín...

    El planeta Tierra pura y simplemente no puede sostener a un número ilimitado de seres humanos. En cualquier caso, el número máximo solo se alcanzaría en condiciones de extrema miseria. Pero el objetivo civilizado no es que haya la mayor cantidad posible de gente (no importa como vivan), sino más bien que la gente viva lo mejor posible (no importa cuántos sean).

    La explosión demografica es la principal causa de la miseria y el hambre en el mundo, así como del creciente deterioro ecológico del planeta, además de estar detras de diversas guerras civiles...La familia que podría alimentar bien a un hijo o dos distribuye sus escasos recursos entre diez, con lo que todos pasan hambre, o son abandonados a la mendicidad y la delincuencia. Las ciudades que podrían albergar humanamente a un número limitado de habitantes se convierten en hormigueros invivibles, pasto de las infecciones, el caos urbanístico y el aire irrespirable, rodeados de inmensos arrabales chabolistas, en los que se hacinan millones de miserables sin trabajo, sin salud y sin esperanza. Los bosques, marismas y montañas que podrían continuar albergando la riqueza y diversidad biologica del planeta son talados, quemados y roturados por masas famelicas e inconscientes.

    La explosión demografica se produce sobre todo en los paises pobres, cuyas mujeres carecen de la información, la libertad y los medios para evitar los embarazos. Los expertos aconsejan a los gobiernos de esos paises poner en marcha politicas de control de natalidad, consejos que seguirían si no fuera por la presión en contra que ejerce el fanatismo religioso y en especial la iglesia catolica. El papa Juan Pablo II se convirtio en vendedor ambulante de la irracionalidad demografica, viajando incansablemente por los paises más pobres y empleando a fondo su influencia...
    El planeta tiene ya unos seis mil quinientos millones de habitantes, muchos más de los que puede aguantar de un modo sostenible y con un nivel de vida aceptable. Ya hace bastantes años, Bertrand Russell no entendía el ideal de convertir la mayor cantidad posible de masa tarrestre en carne humana. Es un ideal dificil de compartir, excepto para el vaticano y los fundamentalistas cristianos e islamicos, que confian en la providencia divina y desprecian la racionalidad humana.

    Algunos misioneros cristianos ayudan a los desharrapados a los que tratan de convertir, pero el Papa les impide darles lo que más necesitan, la planificación familiar. Las prohibiciones papales y la obsesiva presión de la iglesia contra todo intento de control demografico y de liberación de las mujeres del yugo de los embarazos no deseados causan más miseria de las que mil madres Teresas podrían nunca aliviar.

    ResponderEliminar
  4. Leerte da una idea de tu calidad humana, amigo. Te felicito, y me alegro de haber tropezado contigo este año recién terminado. Pienso seguir asomando por aquí a ver que te cuentas. Respecto a tu entrada, que bien nos vendría a todos hacer alguna "visita" por muchos rincones del mundo para ser realmente conscientes de lo que tenemos, y de lo que en muchos sitios no tienen. Y remarco lo de REALMENTE. A riesgo de que suene pedante... podría contar cosas que mucha gente preferiría no creer.
    Un fuerte abrazo compañero.

    ResponderEliminar

Tanto si te gusta como si no, déjame tu comentario. Me servirá para aprender.